Albóndigas en salsa

 


Las de toda la vida, las más tradicionales… y al mismo tiempo las que siempre resultan infalibles. Estas albóndigas en salsa son deliciosas y un comodín que podemos cocinar de más para congelar y tener siempre a mano un guiso casero reconfortante.


INGREDIENTES

350 g de Carne picada de ternera

300 g de Carne picada de cerdo

2 dientes de Ajo

3 ramas de Perejil fresco

1 Huevo

1 cucharada de Leche

200 ml de Vino blanco + 1 cucharada

1 cucharadita de Pan rallado

Sal

Pimienta negra

1 cucharadita de Tomillo

Romero

1 Cebolla

Harina

Aceite de oliva virgen extra

500 g de Tomate frito


1 puñado de Guisantes

1 trozo de Pimiento rojo

800 ml de Caldo de pollo




PREPARACIÓN

1.

Para hacer estas albóndigas en salsa, comenzaremos por preparar la mise en place e ir preparando los ingredientes, para ello pelamos la cebolla y la picamos en brunoise fina.

2.

Lavamos el perejil, lo secamos ligeramente y lo picamos bien finito. Pelamos el ajo y lo picamos también, muy finito.

3.

Ponemos la carne picada en un bol y añadimos un huevo, el perejil y el ajo picados, una cucharada sopera de leche, otra cucharada sopera de vino blanco, una cucharilla de pan rallado. Terminamos aliñando con sal, pimienta negra, tomillo y romero.

4.

Mezclamos bien y amasamos para que se integren bien todos los ingredientes. Si la mezcla queda demasiado seca, o por el contrario demasiado jugosa, podemos ajustar con un poco más de pan rallado o un poco más de vino o leche.

5.

Vamos formando las albóndigas con las palmas de las manos. Lo ideal es que no sean demasiado grandes, ni muy pequeñas.

6.

Una vez que tengamos todas las albóndigas hechas, las pasamos por harina y les damos unos golpecitos con la mano para retirar el exceso de harina.

7.

Acercamos una sartén amplia al fuego con un buen chorro de aceite de oliva y, cuando tenga temperatura, vamos friendo por tandas las albóndigas a fuego vivo. No se trata de que se cocinen por dentro, tan solo queremos que se tuesten un poco por fuera.

8.

A medida que vayan estando hechas, las vamos sacando y colocando en una cazuela amplia.

9.

En esa misma sartén pochamos a fuego suave la cebolla picada. Si el aceite estuviera muy sucio por la harina de las albóndigas, lo sustituimos, si no es así, podemos volver a usarlo.

10.

Cuando la cebolla esté bien hecha y comience a transparentar, añadimos el vino blanco y subimos el fuego para que se evapore el alcohol.

11.

Pasados dos minutos, incorporamos el tomate frito y ponemos a punto de sal y pimienta negra. Cocinamos 3 minutos el conjunto.

12.

Pasamos este sofrito a la cazuela donde están las albóndigas y la ponemos al fuego.

13.

En este momento añadimos los guisantes y el pimiento rojo picado. Opcionalmente, también se puede añadir un puñado de champiñones frescos o de lata y una zanahoria pelada y picada en rodajas.

14.

Cubrimos con el caldo y dejamos hervir a fuego suave durante 40 minutos aproximadamente, removiendo de vez en cuando. Casi al final, rectificamos de sal y pimienta.

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